En el año 1359 reinaba en Granada el sultán Mohamed V.

Se produjo un motín en la ciudad, proclamando rey a Ismail II, hermanastro del citado sultán.

A los pocos meses, el nuevo sultán, también fue destronado por su cuñado Abu Said, apodado el Bermejo ,que se proclamo rey con el nombre de Mohamed VI.

El nuevo rey era un hombre carente de oratoria, descuidado en el vestir y movía la cabeza de un lado para otro nerviosamente. Subió los impuestos, causando un profundo malestar en la población ,lo que favoreció el regreso de Mohamed V,que hacia todos los esfuerzos para recuperar su trono.

Tanta intriga ,en la familia reinante en Granada, convirtió en árbitro de los aspirantes al trono al rey de Castilla, Pedro I el Cruel ,el cual a su vez estaba implicado en guerra de sucesión con su hermanastro Enrique de Trastamara.

Pedro I, consiguió, un tratado de amistad y cooperación con los ingleses del príncipe Negro, servidor del príncipe de Gales.

Mohamed VI el Bermejo, fue a pedir ayuda y protección al rey de Castilla, portando parte del tesoro de la Alhambra. El rey de Castilla lo mato alanceándole en el campo de Tablada en Sevilla y se apropio de las joyas que portaba el infortunado rey de Granada, enviando su cabeza a su rival Mohamed V.

Pedro I, posteriormente fue derrotado y asesinado, por su hermanastro Enrique de Trastamara.

Asocairo de la situación, el príncipe Negro,se cobro sus servicios ,llevándose el rubí y otras joyas que pasaron a la monarquía inglesa.

La corona Imperial Británica ,se confecciono en 1838 para la reina Victoria.

La pieza pesa casi un kilogramo y cuenta con diferentes piedras preciosas, entre ellas el rubí del príncipe Negro, en el frontal de la joya.

Si se visita la Torre de Londres, donde se guarda las joyas de la corona Británica ,se verá el rubí. Esta gema, es una espinela, cuyos ejemplares de tonalidad roja, son fácilmente confundible con un rubí y eran muy apreciados en la edad media. Se decía que el rubí traía mala suerte, pues Mohamed VI y Pedro I el Cruel, murieron asesinados de forma violenta.

No trajo la desgracia a la monarquía británica.